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viernes, 6 de mayo de 2011

Ciberpolicía

Esta unidad especializada fue creada a finales del 2000. En promedio recibe 20 denuncias al día, relacionadas pornografía infantil, fraudes con tarjetas -010OI.T bancarias y piratería de software

Me llamo José Luis. Tengo 15 años, soy moreno, mido 1.65. Quisiera a un hombre mayor, no afeminado.
Y de dónde eres.
Vivo en México. ¿Quieres conocerme? No te arrepentirás.
Hola, soy Johnny, tengo 40 años, y quiero conocerte. Me encantaría que me dieras tu inexperiencia.
Y la conversación sigue, hasta muy probablemente llegar al lugar físico donde José Luis "trabaja". Algún estudio fotográfico del Distrito Federal o Tijuana o, tal vez una semana más tarde, en Guadalajara o Puebla.
Así, Internet se convierte en el paraíso virtual donde muchos niños son convertidos en "destino turístico" que atrae a pedófilos mexicanos y extranjeros a tours sexuales en varios destinos del país.
Los sitios mexicanos de pederastas en la red se cuentan por decenas. Éste en particular, es un fragmento extraído de uno de ellos, en el cual los participantes ofrecen mensajes y ligas con páginas de menores mexicanos desnudos y sosteniendo relaciones sexuales. Ahí los miembros de las comunidades intercambian fotografías y videos, y ofrecen posibles encuentros con niñas y niños en México, "lolitas" o "lolitos", como les llaman.


Seguimiento policiaco

Más de 20 casos como éstos son investigados actualmente por la Unidad Especial de Policía Cibernética de México, de la Policía Federal Preventiva (PFP), que según informes recientes observa que gran parte de los menores utilizados para la producción de material pornográfico fueron raptados o "reclutados" en ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez, Guadalajara, Monterrey, la ciudad de México y Puebla.
Según datos de ONG nacionales, se han reportado 108 casos de niños robados, relacionados con estos actos ilícitos, y que también son rastreados en coordinación con el Centro Internacional de Niños Robados, con sede en Virginia (www.ncmec.org), y la Oficina de Asuntos de Menores del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Creada a finales del 2000, la Unidad Especial de Policía Cibernética pone a la vanguardia a México y lo une al reducido grupo de países que cuentan con ciberpolicías, como Inglaterra, Alemania, España, Estados Unidos, Rusia, Holanda y Australia. En este último opera la Police Realtime Online Management Information Sistem (PROMIS), una de las oficinas contra el cibercrimen más avanzadas del mundo.
En estrecha colaboración con el Centro Anticontrabando Cibernético de Estados Unidos C3 (organismo que planea, en próximas fechas, dotarla de mayores avances tecnológicos), la ciberpolicía mexicana realiza operaciones de patrullaje antihacker para encontrar pistas que los puedan llevar a realizar operaciones encubiertas y poder así atrapar a bandas criminales. Actualmente atiende en promedio 20 denuncias diarias de ciudadanos de todo el país, que han sido víctimas de la clonación de tarjetas de crédito en sitios de juego, así como de compras en línea, las cuales resultan ser un fraude.
En julio pasado la unidad puso al descubierto a una banda de pederastas que ofrecían material pornográfico de menores mexicanos en Internet, con conexiones en Brasil y Estados Unidos. La red, denominada "Tony and Chimes", tenía su centro de operaciones en Jalisco y funcionaba a través de www.chicomex.com.
La red era dirigida por el mexicano Alfonso Arciniega, quien "reclutaba" niños de la calle de Guadalajara, Manzanillo, Colima y Puerto Vallarta, para después producir y ofrecer el material pornográfico por la red, mediante un catálogo en línea. Éste fungía como enlace con dos operadores norteamericanos, quienes vendían las imágenes y videos de los menores teniendo relaciones sexuales, mediante una suscripción inicial de 17.9 dólares.


Ciberniños, los más vulnerables

Para el coordinador de Inteligencia de la PFP, Nicolás Suárez Valenzuela, los delitos cometidos a través de Internet involucran como víctimas, en su mayoría, a menores, debido a las diferentes inquietudes que tienen éstos a su edad: "Diario va a haber un delito nuevo, diario van a tener los delincuentes la posibilidad de alterar el orden de distintas maneras. Una de ellas es por medio de Internet, y en este caso los delincuentes aprovechan la etapa en la que están los menores y comienzan a despertar sus inquietudes como las sexuales y sus necesidades de otro tipo de experiencias y vivencias como el uso de drogas". Asegura Suárez Valenzuela que este es un problema que rebasa la capacidad de los cuerpos de inteligencia, debido a la gran cantidad de internautas en México.
Para darse una idea, según cifras recientes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) tan sólo en Estados Unidos, la pornografía que involucra a niños genera, en ganancias para sus productores, más de 2 mil millones de dólares anuales.


Proveedores de Internet a declarar

Desde esta perspectiva, Inteligencia de la PFP trabaja ya en una iniciativa de ley en coordinación con la Comisión de Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados, para obligar a las empresas que prestan el servicio de Internet a reportar la información que les puedan ser requeridos por las autoridades judiciales, en investigaciones sobre prostitución, pornografía infantil, terrorismo, fraudes y otros delitos.
Es decir, que los Proveedores de Servicio de Internet (ISP, por sus siglas en inglés) que funcionan en México, tendrían que dar mayores facilidades a los cuerpos de investigación nacionales y extranjeros, para intervenir rutas de conexiones web y así agilizar las labores de inteligencia, sin necesidad de una orden judicial. Con lo que se facilitaría el trabajo de localización de conexiones y equipos de cómputo que usan los criminales cibernéticos.
De ser así, empresas como Prodigy, Avantel, América Online, y todas las demás que prestan el servicio de Internet en el país, deberán dar información cuando les sea requerida con fines de combate a ciberdelitos.
Actualmente, cuando se les requiere ese tipo de reportes, los proveedores de las redes de información aducen que no hay una ley que los obligue a ello y que además les resulta imposible hacerlo, pues lesionarían la privacidad de la información de millones de usuarios, lo que significaría transgredir sus garantías individuales.
Un esquema similar ya se aplica en Estados Unidos. El año pasado, el gobierno de ese país promovió el llamado "USA Patriot Act", que contempla el rediseño de las redes de Internet para tener mayor vigilancia, en prevención de actos terroristas y delitos cibernéticos variados, esto mediante la administración estratégica del tráfico de la información hacia servidores centrales del FBI (Federal Bureau of Investigation) para fiscalizar la red.

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx

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