La semana pasada representantes de la academia, de asociaciones y cámaras especializadas en telecomunicaciones, así como de la Cámara de Diputados y Senadores entregaron al Ejecutivo federal el primer borrador de lo que se ha denominado la Agenda Digital Nacional.
Este proyecto consta de 112 recomendaciones y tiene el propósito de definir cómo en México se podrían llevar las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) a todos los mexicanos; es decir, dar acceso a internet con todos los beneficios que ello conlleva, tales como: educación a distancia, pagos y trámites electrónicos, medicina de calidad, mejores oportunidades de trabajo, entre otros.
Cabe destacar que la importancia de este proyecto radica, entre otras cosas, en que nuestro país es el único miembro de la OCDE que no cuenta con una Agenda Digital Nacional; ello deja en claro que no existe una ruta de trabajo para incentivar el uso de las TIC en todo el territorio nacional y convertir a este sector en un motor de crecimiento cultural y económico.
Países como Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Uruguay ya cuentan con su Agenda Digital. Si se compara su nivel de desarrollo queda de manifiesto su importante crecimiento en el número de usuarios web, de ancho de banda y de comercio electrónico.
Si bien el documento entregado al Presidente de la República sólo contiene recomendaciones, es de destacar que se ha dado un paso importante al pasar, de los diagnósticos y las mediciones, a las propuestas, a plantear el que hay qué hacer para alcanzar las metas trazadas, fijar fechas y medir resultados, en una frase: encaminar el desarrollo.
La Agenda Nacional Digital es un proyecto que ya no se puede posponer porque concretará resultados de desarrollo, a nivel personal y de comunidad, en poco tiempo; es por ello que el borrador entregado al Ejecutivo fue elaborado en conjunto por organismos como: la Amipci, Amiti, Canieti, el Competitive Intelligence Unit; instituciones educativas como la UNAM, el Cinvestav y otras academias; la Cámara de Diputados y la de Senadores; además de que contó con el apoyo y asesoría de la Cofetel, la OCDE, representantes de grupos parlamentarios en la Cámara alta, así como de secretarías de Estado tales como la de Economía y la de Comunicaciones y Transportes, entre otras personalidades y organismos como Microsoft, Intel y Oracle.
Algunas de las principales recomendaciones que se dejan de manifiesto en este borrador de la Agenda Digital Nacional son las siguientes: incentivar la alfabetización digital entre los ciudadanos y las empresas; tomar mejores decisiones en lo que respecta al tema de licitaciones; crear una política fiscal que incentive la inversión en Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en México; eliminar el impuesto a las telecomunicaciones (principalmente el acceso a internet); darle seguimiento a los programas que ya han sido exitosos, y agruparlos en un único esfuerzo, como Profost (Secretaría de Economía), de México (Secretaría de Comunicaciones y Transportes), Compranet, pago de impuesto del SAT, entre otros; dejar de hablar de la importancia de las TIC y de cómo estamos rezagados, y proponer en cambio algo que ayude a recuperar el tiempo perdido; rechazo a ideas como ACTA y CanonMX; crear políticas públicas que hagan de las TIC algo esencial en la vida del país; e impulsar el gobierno electrónico, no sólo a nivel federal, sino estatal y municipal.
El documento de la Agenda Digital Nacional es producto de un año de trabajo conjunto entre todos los organismos involucrados en el sector de tecnología y telecomunicaciones del país. Ello demuestra que cuando se tienen los objetivos, donde se priorice el desarrollo del país en beneficio de todos los mexicanos, se puede trabajar unidos, sin importar ideologías, pues sólo se prioriza el cumplimiento de las metas.
Sin duda a este documento se le podrán encontrar algunos “peros”, y tal como lo han expresado aquellos que participaron en su elaboración, la invitación está abierta para que la Agenda Digital Nacional sea analizada y se le hagan propuestas, pero no sólo se requiere de la parte crítica y propositiva, sino de colaboradores que quieran contribuir a echar a andar este importante proyecto.
México ya no puede continuar en el rezago y ver como otras naciones latinoamericanas ya transitan en la ruta de su desarrollo. Hoy, ante la brecha existente, se necesita hacer más y mejor. Hay que tener presente que sólo se podrá hablar de desarrollo cuando los beneficios de la Agenda Digital Nacional lleguen a todos los mexicanos.
Este proyecto consta de 112 recomendaciones y tiene el propósito de definir cómo en México se podrían llevar las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) a todos los mexicanos; es decir, dar acceso a internet con todos los beneficios que ello conlleva, tales como: educación a distancia, pagos y trámites electrónicos, medicina de calidad, mejores oportunidades de trabajo, entre otros.
Cabe destacar que la importancia de este proyecto radica, entre otras cosas, en que nuestro país es el único miembro de la OCDE que no cuenta con una Agenda Digital Nacional; ello deja en claro que no existe una ruta de trabajo para incentivar el uso de las TIC en todo el territorio nacional y convertir a este sector en un motor de crecimiento cultural y económico.
Países como Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Uruguay ya cuentan con su Agenda Digital. Si se compara su nivel de desarrollo queda de manifiesto su importante crecimiento en el número de usuarios web, de ancho de banda y de comercio electrónico.
Si bien el documento entregado al Presidente de la República sólo contiene recomendaciones, es de destacar que se ha dado un paso importante al pasar, de los diagnósticos y las mediciones, a las propuestas, a plantear el que hay qué hacer para alcanzar las metas trazadas, fijar fechas y medir resultados, en una frase: encaminar el desarrollo.
La Agenda Nacional Digital es un proyecto que ya no se puede posponer porque concretará resultados de desarrollo, a nivel personal y de comunidad, en poco tiempo; es por ello que el borrador entregado al Ejecutivo fue elaborado en conjunto por organismos como: la Amipci, Amiti, Canieti, el Competitive Intelligence Unit; instituciones educativas como la UNAM, el Cinvestav y otras academias; la Cámara de Diputados y la de Senadores; además de que contó con el apoyo y asesoría de la Cofetel, la OCDE, representantes de grupos parlamentarios en la Cámara alta, así como de secretarías de Estado tales como la de Economía y la de Comunicaciones y Transportes, entre otras personalidades y organismos como Microsoft, Intel y Oracle.
Algunas de las principales recomendaciones que se dejan de manifiesto en este borrador de la Agenda Digital Nacional son las siguientes: incentivar la alfabetización digital entre los ciudadanos y las empresas; tomar mejores decisiones en lo que respecta al tema de licitaciones; crear una política fiscal que incentive la inversión en Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en México; eliminar el impuesto a las telecomunicaciones (principalmente el acceso a internet); darle seguimiento a los programas que ya han sido exitosos, y agruparlos en un único esfuerzo, como Profost (Secretaría de Economía), de México (Secretaría de Comunicaciones y Transportes), Compranet, pago de impuesto del SAT, entre otros; dejar de hablar de la importancia de las TIC y de cómo estamos rezagados, y proponer en cambio algo que ayude a recuperar el tiempo perdido; rechazo a ideas como ACTA y CanonMX; crear políticas públicas que hagan de las TIC algo esencial en la vida del país; e impulsar el gobierno electrónico, no sólo a nivel federal, sino estatal y municipal.
El documento de la Agenda Digital Nacional es producto de un año de trabajo conjunto entre todos los organismos involucrados en el sector de tecnología y telecomunicaciones del país. Ello demuestra que cuando se tienen los objetivos, donde se priorice el desarrollo del país en beneficio de todos los mexicanos, se puede trabajar unidos, sin importar ideologías, pues sólo se prioriza el cumplimiento de las metas.
Sin duda a este documento se le podrán encontrar algunos “peros”, y tal como lo han expresado aquellos que participaron en su elaboración, la invitación está abierta para que la Agenda Digital Nacional sea analizada y se le hagan propuestas, pero no sólo se requiere de la parte crítica y propositiva, sino de colaboradores que quieran contribuir a echar a andar este importante proyecto.
México ya no puede continuar en el rezago y ver como otras naciones latinoamericanas ya transitan en la ruta de su desarrollo. Hoy, ante la brecha existente, se necesita hacer más y mejor. Hay que tener presente que sólo se podrá hablar de desarrollo cuando los beneficios de la Agenda Digital Nacional lleguen a todos los mexicanos.
Fuente: http://www.cronica.com.mx
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